Santito, lo pequeño engrandecido

El  pasado  26 de noviembre, la consulta médica designada por la Congregación de las Causas de los Santos ha reconocido la imposibilidad de explicar científicamente la curación del padre Michael Driscoll, de nuestra orden carmelita, atribuida a la intercesión del beato Tito Brandsma.

Esta crónica fue publicada en la revista Semana en agosto de 2010, pero parece escrita ayer. ¿Qué es lo que aún no hemos aprendido? ¿Por qué parece que nuestra historia de injusticia, crueldad e indiferencia es cíclica, al parecer invencible? ¿Hay algo que podamos hacer, además de lamentarnos?