Homilía Mayo 11/25
LEON XIV
"El Buen Pastor"
Homilía Mayo 11/25
Este Domingo sí que huele a fiesta porque inevitablemente el Pastor huele a oveja y la madre a buena leche. Definitivamente sí. Por eso damos gracias y celebramos alegres.
¿A qué más puede oler el pastor, si es buen pastor , sino es a oveja?, ¿Y una madre a qué más sino es a leche y buena leche?
También pueden oler, sí, el Pastor a Navidad y la Madre a Nochebuena. Y el Buen Pastor a Cruz, y la Madre a larga espera. La Madres a esperanza, el Pastor a vida nueva.
Por eso celebramos, por eso damos gracias.
Canta el Profeta Isaias la esperanza en su profecía de la reconciliación universal: “Pues Yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva y el pasado no se volverá a recordar más ni vendrá más a la memoria. Que se alegren y que estén contentos para siempre por lo que voy a crear. Pues Yo voy a hacer de Jerusalén un Contento y de su pueblo una Alegría. Yo quedaré contento con Jerusalén y estaré feliz con mi pueblo. Ya no se oirán, en adelante, sollozos ni gritos de angustia, ni habrá más, allí, recién nacidos que vivan apenas algunos días, o viejos que no vivan largos años, pues morir a los cien años será morir joven, y no llegar a los cien será tenido como una maldición.
Harán casas y vivirán en ellas, plantarán viñas y comerán sus frutos. Ya no edificarán para que otro vaya a vivir, ni plantarán para alimentar a otro. Los de mi pueblo tendrán vida tan larga como la de los árboles y mis elegidos gozarán de los frutos de su trabajo. No trabajarán inútilmente ni tendrán hijos para perderlos, pues ellos y sus descendientes serán una raza bendita de Yavé. Antes que me llamen les responderé, y antes que terminen de hablar habrán sido atendidos.El lobo pastará junto con el cordero y el león comerá paja como el buey”.
Y la Iglesia que es Madre, madre como María , como tu madre y la mía, está de fiesta, porque uno de sus hijos, impregnado de olor a oveja, es su nuevo Pastor. Es León, el “primo inter pares” el primero entre los hermanos con igual dignidad, aunados por el Bautismo en Jesucristo. Es Leon XIV, que como el león de la profecía de Isaías comparte el heno con el buey, comparte carapulcra y alverjitas verdes con los chiclayos de Perú, y en ellos con todos los pobres de la tierra que viven en la esperanza de ese mundo de hermanos que lo comparten todo para vivir en paz.
No hay Iglesia sin Pastor, ni humanidad sin Madre. Dios también la tiene y por eso además de divino pudo hacerse humano. El pastoreo y la maternidad se funden. Hoy, agradecidos y alegres lo celebramos. Gracias, Señor, porque nos amas, nos pastoreas y nos conduces. Gracias, mamá, porque nos diste a la vida, nos pastoreas y nos conduces. Gracias, León, nuestro nuevo Pastor, porque nos confirmas en la esperanza.
Me permito terminar esta pequeña reflexión con el poema oración “QUE NOS EMPAPE LA BONDAD” de la Hermana Liliana Franco con ocasión del nombramiento del nuevo Papa:
“Que nos empape la bondad,
que nos sorprenda la alegría,
que se asome a la ventana la esperanza
y las gaviotas vigilantes
anuncien que no cesa la primavera.
Que la bondad se abra paso
y entre lágrimas contemple
la expectante humanidad.
Que una todas las geografías
y no decline en la pasión por la paz.
Que tienda puentes
donde se levantan muros,
y que lo empape todo
con mareadas de profetismo audaz,
bocanadas sinodales
de unidad, de comunión,
y la serenidad de los que confían.
Que llegue a ritmo de “marinera”
para recordarnos que somos misión
y que no es posible claudicar
en el abrazo a la tierra y las culturas.
Que la bondad
se quede en nuestra casa,
hecha Evangelio puro”.
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